El Ayuntamiento de Elche y la Cooperación al Desarrollo
Desde que empezó la Crisis Cáritas ha observado con preocupación como las políticas de Cooperación al Desarrollo se han ido reduciendo hasta finalmente desaparecer. Nuestra postura al respecto siempre ha sido muy clara. Entendíamos que la crisis obligara a recortar el Presupuesto Municipal, y que la partida destinada a Cooperación al Desarrollo disminuyera. Pero nosotros pedíamos que la reducción fuera proporcional. La petición de Cáritas y de otras entidades del consejo fue ignorada.
Cáritas se mantuvo en el Consejo, y apostó adoptar una postura constructiva y seguir trabajando a pesar del malestar que sentimos. El punto culminante de aquel proceso fue tener conocimiento –a través de los medios de comunicación- que la Corporación Municipal, tras prometer una partida para Cooperación para 2012, la había reasignado a otros fines, y que el Presupuesto Municipal de 2013 no consignaba partida para Cooperación. El argumento que sustentaba esta decisión fue que era necesario destinar fondos a atender las necesidades de la Población Local. Enfrentar Pobreza con Pobreza nos pareció perverso, ya que había otras partidas de las que detraer fondos para atender necesidades; pero además nos pareció, y así lo dijimos, un mensaje peligroso que va en contra de la función ejemplarizante que debe mostrar siempre la administración y mucho más un ayuntamiento cercano a sus ciudadanos.
Tampoco nos pareció correcto que todo ese proceso se hiciera a espaldas del Consejo, eludiendo la segunda convocatoria ordinaria del mismo, a la que estaban obligados por Estatutos. Ante esa situación un grupo de organizaciones, en aplicación de los Estatutos, convocamos un Consejo Extraordinario para instar al Ayuntamiento a explicar qué había hecho, y por qué.
Tras esa reunión un grupo de ONG en disconformidad con la política municipal abandonaron el Consejo. Cáritas expresó de forma clara su profundo malestar por todo lo que había sucedido –en fondo y forma- pero decidió seguir en el Consejo, porque entendemos que el Consejo no es una donación sino una conquista de los movimientos ciudadanos, y ni queremos ni podemos renunciar a ella. Permanecimos en el Consejo y seguimos trabajando, buscando que el proceso acabara revirtiendo.
Finalmente el acercamiento fue cristalizando y acabó concretándose en el trabajo de elaboración de unos nuevos Estatutos del Consejo. Todavía no ha finalizado, pero es un proceso ilusionante en el que técnicos municipales y organizaciones trabajamos intensamente y en pie de igualdad. La Concejalía de Cooperación se comprometió que para 2015 habría consignada una pequeña partida (50.000 euros) para Cooperación, con la posibilidad de poder ser incrementada posteriormente, y que había acuerdo con el resto de grupos políticos para que eso pudiera salir adelante.
Con sorpresa y disgusto descubrimos que eso finalmente no ha sucedido. Las matemáticas dan empate Gobierno-Oposición, y el acuerdo previo se rompe cuando el Gobierno Municipal pretende votación conjunta de los Presupuestos y la Oposición solicita una votación fragmentada.
La política es un arte y Cáritas confía que nuestros representantes estén a la altura de la circunstancias. Deben ser conscientes que toda la ciudadanía está pendiente de sus palabras y sus acciones. No es prudente –en año electoral- despreciar la inteligencia democrática de los ciudadanos, que tomaremos buena nota de lo que haga cada cual, decidiendo y actuando en consecuencia.
2015 no es solo año electoral, también es el año en el que se valoran los progresos, la situación actual de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La ciudadanía tiene derecho a conocer cuál es la postura de las distintas formaciones políticas al respecto. Si mantienen los compromisos suscritos por el Estado Español, tanto en la Cumbre del Milenio de Naciones Unidas en el año 2000, y otros acuerdos internacionales posteriores, como en lo establecido en la Ley 6/2007 de la Generalitat, de Cooperación al Desarrollo de la Comunitat Valenciana, y en el Pacto Valenciano Contra la Pobreza. Caso de suscribir y mantener dichos compromisos sería muy interesante conocer en qué y cómo se traduciría.
Cáritas, y por tanto la Iglesia en base a su Doctrina Social, entiende que la Erradicación de la Pobreza Extrema y el Hambre han de ser una prioridad absoluta para todos: partidos, organizaciones, para el conjunto de la sociedad, para todos y cada uno de los ciudadanos. Recuperar por tanto una política efectiva de Cooperación al Desarrollo es una tarea fundamental, y el logro del 0,7% del presupuesto para dicha ayuda, un objetivo irrenunciable.
Desarrollar una política de cooperación en la que participe el conjunto de la ciudadanía es fundamental. Será beneficiosa, obviamente para los países receptores, pero también lo será para los países donantes. Una sociedad no puede crecer sin valores ni principios.
No es posible vivir una vida plena cuando millones de seres humanos sufren todavía el hambre, la injusticia y la miseria. No podemos reivindicar nuestros derechos y al mismo tiempo ignorar los suyos. Si lo hacemos, entonces no estamos hablando de derechos sino de privilegios y miseria. Construyamos entre todos ese sueño de dignidad y derechos para todos, sin excepción. O salimos todos de la crisis o no será una salida definitiva, sino un paréntesis geográfico.
“Dios ha destinado la tierra y todo lo que en ella se contiene, para uso de todos los hombres y de todos los pueblos, de modo que los bienes creados deben llegar a todos en forma justa, según la regla de la justicia, inseparable de la caridad” (Concilio Vaticano II).
Fco. Javier Ruvira Guilabert, Coordinador de Cáritas Interparroquial de Elche