Cáritas ante la apertura de los comercios el próximo 15 de agosto
Desde siempre la Iglesia ha reconocido el derecho de toda persona a una vida digna, por el hecho de que cada ser humano, además de tener la dignidad más grande, es un/a hijo/a de Dios. Y para esta vida digna es necesario, además de otras muchas cosas, que cada persona tenga un trabajo decente y un tiempo de descanso. Si es necesario el trabajo, igualmente es necesario el descanso, para que cada persona se sienta libre y pueda cultivar todos los aspectos de la vida que hacen posible que viva como persona. Sobre este particular el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, en sus números 282 y 284 dice:
“Los hombres, creados a imagen y semejanza de Dios, deben gozar del descanso y tiempo libre para poder atender la vida familiar, cultural, social y religiosa”. (284)
“Los cristianos deben esforzarse, respetando la libertad religiosa y el bien común de todos, para que las leyes reconozcan el domingo y las demás solemnidades litúrgicas como días festivos”. (286)
Podríamos añadir infinidad de textos de la Biblia, de otros documentos de los papas, y sobre todo del Papa Francisco que no para de recordar la necesidad de que se respeten los derechos y la dignidad de los trabajadores, porque lo primero, según él, es la persona y la vida digna de todo ser humano, muy por encima del dinero y de todos los intereses económicos.
Desde estos planteamientos, nos ha sorprendido de forma desagradable la iniciativa de abrir las grandes extensiones comerciales el 15 de agosto, precisamente el día cumbre de las fiestas de nuestra ciudad, con tanta significación religiosa y cultural. Pensamos que no puede haber razones económicas, ni de ningún tipo, que aconsejen tomar esta decisión, que obliga a miles de personas a someterse a una actividad laboral que rompe su convivencia familiar y social, y los aparta de su identidad humana, cultural y religiosa.
Manifestamos nuestro apoyo y solidaridad a todos los trabajadores y trabajadoras, y a las plataformas y organizaciones que se sienten afectados por esta extraña iniciativa y luchan por la sana convivencia familiar, ciudadana y religiosa en este día tan emblemático para la comunidad humana de Elche. También nos solidarizamos y compartimos las luchas de todos los trabajadores y trabajadoras que, en nuestra ciudad, en algunas empresas trabajan el sábado y el domingo. Creemos que se debe asegurar el descanso digno para todos y durante todo el año.
Pensamos que siempre es tiempo de reconsiderar las decisiones y de corregir todo aquello que altera la convivencia y daña el bien común. Y tenemos la esperanza de que el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de María, Patrona de la ciudad, se celebre con la misma alegría y buena convivencia como en años anteriores.